La industria de alimentos y mercadotecnia se han encargado de posicionar un mensaje muy poderoso en nuestras mentes y la de nuestros hijos: «los cereales de desayuno son una buena forma de empezar el día». Títulos como “Natural” “Multi-grain”, dibujos llamativos, precios asequibles, entre otras cualidades a «favor» hacen de estas cajas algo tentador y muy conveniente para llevar a nuestra mesa. Pero, ¿Pueden ser en verdad un desayuno saludable?
Como regla general debemos tener en cuenta la presencia de un alimento de cada grupo para formar un plato saludable.
- Verduras y frutas
- Cereales y tubérculos
- Leguminosas y alimentos de origen animal
Es evidente que todos estos cereales de desayuno contienen una buena cantidad de azúcar, y esto simplemente, para tener una mejor aceptación entre el consumidor. El consumo de azúcar añadida en los niños debe ser menor que la de un adulto, alrededor de 10 gramos en niños preescolares. El 50 % del peso de los cereales populares es azúcar por porción recomendada (30 gramos).
Esto sin mencionar la cantidad de aditivos como edulcorantes sinteticos (fructosa, jarabe de glucosa-fructosa), gluten, aceite vegetal, sal, extracto de malta de cebada y colorantes entre otros. En fin, su mayoria es un producto completamente procesado y carente de los nutrients escenciales.
La recomendación está muy clara: el consumo de este tipo de alimento debe ser moderado o en el mejor de los casos sustituirlos por otro tipo de alimento.
Afortunadamente hay opciones en el Mercado que si decides optar por el consumo eventual de un cereal de caja te recomiendo que consideres las siguientes características:
- La lista de ingredientes debe ser simple y no debería de contener más de 5 a 6 ingredientes. Tomando en cuenta que el primer ingrediente es el que mayor contenido del mismo posee el producto.
- Entre menos azúcar mejor: elige el cereal que contenga menos de 6 gramos de azúcar por porción (como límite máximo 10 gramos). Recordemos que la porción recomendada son 30 gramos de product.
- Revisa la cantidad de carbohidratos: el contenido de carbohidratos que aporte debe ser en su mayoría carbohidratos complejos (de ingredientes integrales no refinados) y no de azúcares, ya que los azúcares o carbohidratos simples son de rápida absorción y es preferible, que la energía que liberen sea lenta y prolongada.
- Que tenga fibra: es recomendable que contengan entre 2 y 3 gramos de fibra por porción.
- La proteína es importante: se recomienda que al menos tengan 5 gramos de proteína por porción, lo cual no es común. Pero es necesario acompañarlos con alimentos ricos en proteínas como yogurt griego, semillas de hemp, nueces.
- Bajo porcentaje de sodio. La sal o los aditivos salados se emplean en la elaboración de los cereales, tanto para darles sabor como para mantener la textura crujiente. La OMS recomienda que los menores no tomen más de 4 g de sal al día (equivale a 1,4 g de sodio o 1.400 miligramos).
No se trata tampoco de satanizar estos alimentos pues una alimentación balanceada puede incluir todo tipo de alimentos, siempre y cuando sepamos cuánto comer y con qué frecuencia.
El paladar se acostumbra a los sabores. Acostumbrémonos a tener una alimentación variada y natural.
Recordemos que lo mejor es incluir alimentos naturales y frescos, sin colorantes, saborizantes, conservadores, sales y azúcares.