Todos venimos de algo, y todos enfrentamos situaciones “difíciles” en nuestra vida a las que hoy llamo MILAGROS.

Estos últimos 2 años han estado llenos de grandes transformaciones en mi vida, y aunque externamente todo parezca estar “igual” dentro de mi siguen ocurriendo cambios extraordinarios; puedo decir que encontré la llave que abrió mi poderosa ventana emocional y desde ese momento no ha parado de abrir.

Que paso? He decidido ser YO, con mis metidas de pata, con mis virtudes, con todo mi ser… decidí ser agradecida, aceptarme y ponerme los zapatos de la felicidad.

Vivía la vida sin sentir gratitud, quejándome sin ver lo positivo de todo lo que me rodea y así, poco a poco me perdía a mí misma.  Estaba demasiado ocupada en tratar de ser lo que no era, en tratar de encajar, en tratar de ser la mamá perfecta, la esposa perfecta, la hija perfecta, en ser una perfección  que solo existía en mi mente; me especializaba en no defraudar a nadie y mis esfuerzos estaban dirigidos a mantener esa imagen intacta sin importar que.

Por supuesto, siempre sentía que me faltaba algo, lo tenía todo… pero no me tenía a mí misma.

Hoy puedo decir que me estoy conociendo, que me estoy enamorando de mi, que me estoy amando y soltando todo lo que tanto me pesaba. Me he aceptado! Descubri que lo que he llamado “bien”o “mal” no existe, es un patrón que he seguido y que sin importar cuanto me esforzara nunca lo iba a alcanzar porque NO existe.

Existe el amor, la creación, existe el hoy, la fuerza interna, el espíritu, existe el aceptar las cosas tal y como son para desde ese punto genuino poder editarlas.

Aqui sigo… Abriendo todos los días mi ventana interna para llenarme de luz!